Uno de los temas que más preocupan hoy en día en la sociedad es todo lo relacionado con la jubilación, el cuál no tiene una resolución fácil. Esta gran preocupación se debe, a que la jubilación constituye una etapa en la vida del trabajador, en la que éste ya no recibe un sueldo´a cambio del trabajo que realiza, sino que ahora, es el Estado el que se va a encargar de abonarle una cantidad, cada un cierto período de tiempo; y , dado que esa cantidad van ha ser sus ingresos, es comprensible, que este tema sea objeto de tanto interés para el trabajador.
En relación a esto hay que destacar, uno de los logros de las sociedades europeas, en los últimos años, se trata del sistema de prestaciones sociales de naturaleza estatal.
Sin embargo, hace algunos años que se pone de manifiesto la duda tanto de la viabilidad del sistema como del sistema de pensiones.
La población activa es el origen de las prestaciones, que otorga el sistema público, esto quiere decir que, parte de los ingresos de esta población, se destina a pagar las pensiones de la población pasiva, es decir, aquella que ya no puede trabajar.
El trabajador de hoy, no va ha depender de las rentas que reciba hoy, sino de las aportaciones que realice el trabajador de mañana, esto es, el de las generaciones que están por llegar.
Hay aspectos realmente complicados en el régimen público de pensiones, como lo son, el envejecimiento de la población, la caida de la natalidad y el aumento de la esperanza de vida. Todos estos factores de la demografía, suponen una drástica reducción del porcentaje de individuos que puedan aportar rentas sistema.
A pesar de esta revuelta situación, se defiende el sustento del sistema público; a este respecto hay que destacar la evidente mejora en los últimos años de el monto medio de las pensiones y el acceso a las prestaciones.