A menudo, dos sujetos pactan intercambiar distintos flujos de efectivo sobre una base, con intervalos regulares de tiempo, durante un determinado período de tiempo; a ese pacto se le denomina, un contrato de "swap".
Por tanto el contrato denominado swap, posee una amplia gama de alternativas de uso.
¿EN QUÉ SE UTILIZAN?:
Los swaps se utilizan para reducir, o preveer o anticiparse a los riesgos de las tasas de interés, riesgos sobre el tipo de cambio, y en ciertos casos, los riesgos de crédito, y solucionarlos antes de que produzcan daños.
A pesar de que estos instrumentos son "hechos a medida", nunca pueden evitar completamente el riesgo de crediticio, debido a su operación.
¿PARA QUÉ SIRVEN?:
A través de la medición y determinación del precio de cada uno de los subyacentes, se consigue administrar el riesgo sobre el crédito, constituyendo así, la principal finalidad de estos contratos. Una manera de que estos riesgos, puedan permitir un acceso al crédito con un menor costo, es transfiriendo estos riesgos a un tenedor de forma más eficaz. De acuerdo a la relación entre oferta y demanda de crédito, se puede confirmar que, el riesgo crediticio es un riesgo, cuyo cumplimiento resulta imposible.
¿CUÁL ES SU FINALIDAD?
- Mitigar o anticiparse a la situación y cambios de las monedas y los tipos de interés.
- Disminuir el riesgo crediticio
- La reestructuración de portafolios, lugar en el que se consigue dar un valor para el usuario.
- Reducir el riesgo de liquidez
Un ejemplo de un gráfico swap es:
